A la hora de describir la música de Tuva sería casi imposible separarla del canto que la acompaña. Es más, para hablar de la música tuvense hay que comenzar desde la voz de sus cantantes: un gemido de ultratumba que estremece, ancestral y difícil de imitar ya que en realidad son dos, uno muy ronco y otro agudísimo (el canto de los lamas y el de la tradición chamánica de Siberia), pero emitidos por una sola persona simultáneamente. El khoomei, esta extraña bifonía propia de la pequeña república de Tuva, es casi patrimonio exclusivo de la población masculina. Y es "casi" porque siempre existe una excepción a la regla. Una excepción que tiene nombre y apellido, Sainkho Namtchylak, con una trayectoria que incluye más de 25 discos y actuaciones en distintas partes del mundo.
Sainkho -el nombre artístico no lleva su apellido- nació en un minúsculo pueblo de la ex república soviética de Tuva, situada al sur de Siberia y muy cercana a la frontera con Mongolia, habitada por apenas 300.000 personas. De abuelos nómades y padres maestros de escuela, inició su trayectoria musical estudiando en una academia local pero luego decidió emprender viaje a Moscú para continuar sus estudios de canto en el Instituto Gnsinsky. Al mismo tiempo profundizó sus conocimientos en las tradiciones siberianas lamaístas y chamánicas como así también en las técnicas de los cantos guturales y bifónicos de Tuva y Mongolia.
Comenzó su carrera como cantante uniéndose al grupo folk tuvense "Sayani" con el cual realizó giras por Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. A partir de 1988 se especializó en técnicas de improvisación junto a músicos de la ex Unión Soviética con quienes formó la agrupación Tri-O, adentrándose en el mundo del jazz y los sonidos de vanguardia y recibiendo elogiosos conceptos por parte de los medios de comunicación.
Más tarde, y tras abandonar el grupo, Sainkho comenzó a colaborar con numerosos artistas en distintos países, participó en festivales, grabó una serie de trabajos discográficos y logró un inédito reconocimiento internacional para un artista tuvense, sólo comparado con el de su compatriota Yat Kha. En esta etapa se dedicó a descubrir y combinar nuevos sonidos los cuales fue incorporando con total libertad a la música ancestral de Tuva y Mongolia.
Casi tres decenas de trabajos discográficos constituyen su extensa y dispersa discografía, muchos de los cuales hoy son imposibles de conseguir. Entre sus últimas grabaciones sobresale "Naked Spirit" (Amiata Records, 1998) disco en que se acompaña por el músico armenio Djivan Gasparian, maestro del duduk (un pequeño oboe fabricado con madera de albaricoque) y un box set compuesto de tres CDs dedicados a la música de vanguardia: el número uno como solista, el dos como dúo y el tres como trío, en este último acompañada por un percusionista lituano y un bajista de San Petersburgo.
Actualmente la cantante se encuentra trabajando y viviendo en grandes ciudades europeas. A esta situación, y por sus orígenes tan lejanos, le dedicó el título de este trabajo, "Stepmother City", logrando una perfecta simbiosis entre sonidos guturales, cantos bifónicos e instrumentos asiáticos medievales con letras en inglés, samplers, loops y ambientes creados por un DJ. Al respecto, la cantante explicó que estas nuevas tecnologías "son una buena forma de transmitir a las nuevas generaciones unos cánticos que tienen muchos siglos de edad". Quienes disfrutan de Sainkho no dudan en coincidir.
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