02 diciembre 2005

Kraftwerk


Allá por 1978, yo era un niño de 11 años.

Un día, mi hermano se apareció con un disco con la tapa roja y negra con unas caritas raras y peinados aplanados. Me refiero a un grandote Lp. El disco de vinilo venía ensobrado en su enorme tapa de cartón impreso.

Empezando por ahí, ya me pareció algo distinto. Mi hermano mayor colocó el disco en el “tocadiscos”, levantó el brazo de la púa y lo llevó hasta la primer franja.

Quedamos hipnotizados. Hasta ese momento no habíamos escuchado nada ni parecido. La radio nos proveía constantemente con temas de pop y rock, característicos por sus guitarras rasgadas y melodías melosas.

El sonido me pareció crudo y puro. Cortante.

Actualmente, cuando escucho Kraftwerk no siento lo mismo, pero supongo que incide el tener un oído acostumbrado a la música electrónica. Aunque también sé que en aquella época disfrutábamos de otro tipo de sonido, más “medioso” y "sólido", tocado a través de los famosos “3 en 1” Hitachi, JVC, y con suerte Marantz (lo mismo me ocurrió cuando escuché por primera vez Vienna de Ultravox, en 1980. La intro de batería pausada sonaba gruesa, el bombo era como un corazón golpeando en el pecho. Sonidos puros y una instrumentación llamativa: combinaban sintetizadores y baterías electrónicas con viola y violín. Pero años después, al escuchar el tema en CD, no fue igual).

El sonido Kraftwerk en ese disco (The Man-Machine) tiene además una particularidad. Si escuchamos con atención temas como The Model, The Robots, Metrópolis o Space Lab, nos daremos cuenta que no usaron platillos para cubrir las frecuencias agudas. No hay “Hi Hat” ni “Crash” de batería reforzando el ritmo ni acentuando cortes. Eso contribuye a un sonido más duro y seco. Sin embargo, esos lugares están cubiertos con sonidos sintetizados. Si seguimos escuchando ciertas líneas sonoras, quizás hasta podamos deducir que hay una secuencia de platillos disfrazada a través de vocoder, el cual metaliza y robotiza los sonidos dejándolos irreconocibles. Pero de cualquier modo, no están presentes los platillos tal cual estamos acostumbrados a escucharlos (en The Model beneficia de sobremanera a la voz, dejando lucir los agudos de las consonantes).

Este disco está considerado como uno de los más grandes discos de tecno-pop electrónico.

El sorprendente arte de tapa está basado en el futurismo de los años 20, incluyendo dibujos inspirados en el constructivista ruso El Lissitzky.

En su época no tuvo un éxito masivo (era un adelantado), pero no se dejó de usar en cortos publicitarios de radio y televisión.

En el año 2003 sacaron a luz su primer álbum desde 1991: Tour de France soundtracks.

Este disco incluye todas las versiones que el grupo ha hecho a lo largo de estos años de su clásico de 1983, y también algunos temas nuevos (disponible en CD y vinilo de 12”).

Hemos estado probando toda clase de herramientas y tecnología virtual para encontrar el camino de este nuevo álbum, dice uno de los miembros de la banda, Fritz Hilpert. Tenemos un estudio a la vieja usanza, donde los cables y el equipo necesita ser completamente revisado antes de que funcione cualquier cosa. Pero al trabajar con material virtual todo cambia (todas las canciones de Tour de France han sido producidas con PC, Cubase SX de Steinberg y TC Powercore PCI como corazón del sistema. -Musitec Magazine nº 2-).

En el 2004 Kraftwerk recorrió el mundo con 69 actuaciones innovadoras, y han recogido lo mejor de ellas en un álbum doble editado en el 2005. Minimum-Maximum contiene 22 tracks con todos sus clásicos.

Hace poco ví un video de Kraftwerk en vivo. Si bien la música me pareció un tanto previsible, disfruté con el despliegue visual y su presencia minimalista: cuatro pilares con cada uno de los integrantes parado frente a un laptop.

A continuación les transcribo un resumen biográfico escrito por Héctor Aguirre, que hasta hace poco estaba disponible en:
http://www.suburbia.cl/biografias/kraftwerk.htm

“El nacimiento de Kraftwerk comienza a gestarse cuando Ralf Hütter y Florian Schneider se conocen en la clase de improvisación musical en la academia de arte de Remschied en el año 1968. Ambos tenían la inquietud de crear una nueva música alemana ante un panorama desolador dominado por la cultura norteamericana. Para poder proyectarse a futuro miraron al pasado, basándose en la escuela Bauhaus y el expresionismo alemán, los que fueron detenidos en los años treinta por los conflictos de la época, además del trabajo de compositores contemporáneos como Karlheinz Stockhausen.

"En aquella época, en Alemania, no teníamos ninguna referencia inmediata de música contemporánea, y la influencia del pop era una cosa que nos venía de fuera. Nuestro bagaje cultural y nuestra educación estaban enmarcados en un escenario urbano e industrial. No vivíamos en China ni en Norte de Africa. La manera de vivir que, por ejemplo, el Country puede representar para los habitantes de Texas o Oklahoma no tenía ningún sentido en un lugar como Düsseldorf. Parecía extraño e ininteligible entonces, pero la música industrial que nosotros desarrollábamos entonces era nuestra música étnica" (Ralf Hütter, revista Ajoblanco Nº 38, 1991).

Junto a otros tres músicos forman Organisation, con el que graban en 1969 el disco Tone Float con los aires del rock sicodélico de esos años. En el verano de 1970 disuelven la banda y forman Kraftwerk, (nombre que significa central de energía eléctrica en alemán).

Ese mismo año editan su primer disco Kraftwerk 1. La música se alejaba del rock y de las orquestaciones con grandes sintetizadores, explorando nuevos sonidos de instrumentos acústicos, ritmos mecánicos y algunas melodías.

Un año después editan Kraftwerk 2, el que abre con la suite "Kling Klang", que luego le dará nombre a su estudio. Aquí trabajan con cajas de ritmo y montajes de cintas.

Editan en 1973 Ralf and Florian, trabajo realizado por esta dupla (cabe mencionar que anteriormente habían pasado por la banda otros cinco músicos). Este trabajo presenta un sonido más limpio con predominio de piano eléctrico y percusión, donde comienzan a dar señales de las futuras directrices kraftwerkianas.

Poco tiempo después ingresa Wolfgang Flür, percusionista proveniente de la banda Spirit of Sound y el guitarrista y violinista Klaus Roeder de poca duración en la banda. Con esta formación lanzan su primer gran clásico Autobahn, el que se tradujo en éxito de ventas y gira por Europa y Estados Unidos, convirtiendo a gente tan influyente como David Bowie en fans suyos.

"Autobahn" es un track de 22 minutos de duración que con una letra mínima, ritmos repetitivos y sonidos de autos, toda una innovación en materia musical al mezclar la experimentación electrónica y el pop. Lo anterior más la gráfica hecha por Emil Shult (conocido como el quinto Kraftwerk), delinean el futuro de la banda. En este periodo se incorpora el estudiante de percusión Karl Bartos terminando de conformar la formación clásica del grupo.

Llegado 1975 editan Radioactivity disco cuya temática nace durante la gira a Norteamérica a raíz de la gran cantidad de radios, la generación de sus ondas y todo lo que conlleva. Con temas más cortos y más tratamiento de ruidos realizan un trabajo angular para las futuras corrientes industriales.

Ahora con los trenes como motivo central del trabajo y con ellos en la portada enfundados en trajes de los años treinta, presentan Trans Europe Express en 1977 acentuando su trabajo pos modernista.

Musicalmente continúan con la mezcla de minimalismo, experimentación electrónica y pop. Esta placa sirvió de base al mezclar sus ideas con los ritmos de raíces negras en la gestación de la actual música electrónica bailable por gente como Afrika Bambaata.

Para 1978 aparece The Man Machine con canciones más pop, simples y precisas, aquí están presentes temas como "The Model", "The Robots" y "Metropolis". Con este disco queda claro y contra lo que se podría pensar que las temáticas de Kraftwerk no son futuristas ni de ciencia ficción, sus letras hablan de la tecnología contingente y su interacción con el hombre de una manera fría y objetiva. Respecto al supuesto "futurismo" de la banda opinan: "Estamos siempre pensando en lo que estamos trabajando, los shows que estamos preparando, por eso no tenemos tiempo de pensar en el pasado. El futuro, en términos de posibilidades no realizadas, es algo que sale de este proceso" (Ralf Hütter, revista New Musical Express, sep. 1991).

Pasan tres años para que editaran Computer world, donde muestran un mundo dominado por los computadores, la soledad que esta conexión puede producir y el control que se puede llegar a tener de las personas. Manteniendo su estructura de composición y agregando ritmos sincopados recogen parte de la explosión de la música new wave, de la cual ellos son parte fundamental en la gestación y hacen su primera gira mundial. Cabe destacar que hasta esa fecha editan dos versiones de cada disco una en ingles y otra en alemán. "El mundo occidental está dominado por el lenguaje anglo-americano. Siendo nosotros alemanes, hemos tenido que aprender otros idiomas. A veces grabamos nuestras canciones en lenguas diferentes, francés y ahora japonés. Sentimos que esto cambia nuestra música completamente, así que tenemos distintas variaciones de nuestra música y algunos de los idiomas incluso se avienen mejor, en ocasiones, con nuestra música, que otros" (Entrevista para la BBC,1981).

Tour de France es su siguiente trabajo de 1983, un single que está inspirado en el famoso tour ciclístico, utilizando el reciente sampler para incorporar ruidos de respiración, ruedas y cadenas en el tema. "Kraftwerk ha sido siempre un grupo populista; en nuestros últimos álbumes hemos destruido el mito del genio musical y hemos enseñado a la gente como cualquiera puede tocar un Casio, como hacer ellos mismos su propia música, solos. Ahora con la bicicleta es casi lo mismo, el ciclismo es el deporte más popular, todo el mundo puede practicarlo" (Ralf Hütter, libro "Man machine and music" por Pascal Bussy).

Pasarían cinco años para sacar su noveno álbum Electric Café, trabajando toda la gráfica visual por ordenador realizan un trabajo técnicamente espectacular aportando un nuevo cambio al sonido de la música electrónica. Un disco un tanto irregular, pero con temas de muy buena factura como "The Telephone call".

Un poco antes de la salida de The Mix en 1991, se retiran de la banda Flür y Bartos, quienes son reemplazados para las presentaciones por dos ingenieros de Kling Klang.

The Mix es una compilación de sus clásicos temas pero vueltos a grabar y con nuevas versiones, en las que recogen las corrientes musicales electrónicas que ellos mismos ayudaron a crear. Destacan temas como "Computer Love", "The Robots" y "Radioactivity", esta última con algunos cambios en su letra original.

Con una postura anti rock star, muy poco se sabe de su vida privada y casi no dan entrevistas. "Somos como cualquier otro trabajador. Hacemos un producto al que denominamos música popular industrial. No creemos en el culto a la persona. Si compras un coche, no requieres saber datos sobre la persona que lo diseñó, sino disfrutar al conducirlo. Lo mismo pasa con la música."

Realizan su segunda gira mundial en 1998, la que los trae por primera vez a Sudamérica, específicamente a Brasil y Argentina. Luego editaron el single “Expo 2000” en 1999 (con motivo de la exposición mundial de Hannover), y un remix al año siguiente”.

Posteriormente sacaron los ya mencionados Tour de France soundtracks (2003) y Minimum-Maximum (2005).


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