01 noviembre 2005

San José de Carrasco II

Camino entre los árboles muy despacio.

La lluvia dejó el suelo marcado.

Ante mis ojos y la penumbra, el escenario se presenta como una delicada geometría. Ramas cruzadas, telarañas mojadas…

Hay gestos invisibles esperando.

Me pongo nervioso, como si algo estuviera mal.

Una delgada pared casi transparente me separa del próximo instante.

El viento me empuja.

Llueve de nuevo y los golpes de las gotas no me aturden.
Me envuelven.

Soy testigo que se desvanece mientras corro bajo el techo.

Puro sueño.

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