Airborne Ultrasound Tactile Display
Uno de los sueños de la realidad virtual siempre ha sido la posibilidad de llegar a tener una interacción física con ese mundo de ceros y unos que sólo existe en el plano no-físico. Hace años que somos testigos de interacciones virtuales-físicas con diferentes medios, especialmente a través de trajes y guantes con sensores. Este año en el SIGGRAPH08 se presentaba un proyecto de la Universidad de Tokio que va un poco más allá, utilizando ultrasonidos aplicados directamente a la piel, lo que ofrece la posibilidad de interactuar con objetos virtuales sin la necesidad de ningún accesorio mecánico.
Magnetic Flights
by Christina Kubisch
La alemana Christina Kubisch es ya un nombre clásico en esto del arte sonoro, nacida en 1948 y en activo desde los setenta, pertenece a esa primera generación de artistas considerados específicamente sonoros, aunque su trabajo no ha dejado de evolucionar y desde mediados de los ochenta también trabaja con luz en sus instalaciones. Algunos de sus trabajos mas conocidos se basan en inducción magnética y hacen audible el campo electromagnético circundante, especialmente el de nuestros entornos urbanos. Así encontramos sus Electrical Walks o este nuevo trabajo Magnetic Flights, que le ha valido una mención en los Prix Ars 2008, y que está compuesto en su totalidad a base de grabaciones de campo electromagnéticas realizadas en aeropuertos y dentro de aviones.
by Christina Kubisch
La alemana Christina Kubisch es ya un nombre clásico en esto del arte sonoro, nacida en 1948 y en activo desde los setenta, pertenece a esa primera generación de artistas considerados específicamente sonoros, aunque su trabajo no ha dejado de evolucionar y desde mediados de los ochenta también trabaja con luz en sus instalaciones. Algunos de sus trabajos mas conocidos se basan en inducción magnética y hacen audible el campo electromagnético circundante, especialmente el de nuestros entornos urbanos. Así encontramos sus Electrical Walks o este nuevo trabajo Magnetic Flights, que le ha valido una mención en los Prix Ars 2008, y que está compuesto en su totalidad a base de grabaciones de campo electromagnéticas realizadas en aeropuertos y dentro de aviones.
Klangkapsel / Sound Capsule
by Satoshi Morita
Prix Ars Electronica 2008, Honorary Mention Digital Musics
Sound Capsule es una capsula que trata de crear una experiencia basada en la escucha multisensorial, integrando la percepción audible con la visual y la táctil. Para ello, integra un par de altavoces y una serie de transductores que transmiten vibraciones a todo el cuerpo mediante una cápsula en la que el oyente se introduce. Tuvimos la ocasión de probarla en Ars Electronica y el resultado fue francamente satisfactorio, nos sentimos completamente inmersos en una experiencia de escucha muy distinta a las habituales y que realmente nos llegó a través de todo el cuerpo. El contenido sonoro fue algo sorprendente, pues en lugar de estar basado en sonidos abstractos, como podría esperarse de un trabajo con esta estética minimalista, está basado en grabaciones de campo de acciones diversas. Nosotros escuchamos-sentimos una pieza en la que alguien va pedaleando en bicicleta, y percibimos los sonidos de la propia bici, del tráfico alrededor, y de la respiración y los latidos del ciclista. También nos comentaron que otra de las piezas creadas para el proyecto está basada en una escena sonora en una cocina, en la cual unas verduras son cortadas.
Este trabajo es parecido a Sonic Bed, otro proyecto similar desarrollado por Kaffe Matthews, que por cierto también se llevó una distinción en la categoría Digital Musics en el 2006. Pude experimentar este otro proyecto recientemente en una exposición en Amsterdam en Julio, y aunque sus aproximaciones al ’sonido tactil’ son algo distintas, la Sound Capsule me gustó casi más en esta primera escucha al resultar en una experiencia diría que más inmersiva e íntima, mientras que en la Sonic Bed las vibraciones recibidas en el cuerpo eran mucho más pronunciadas. Un factor que las diferencia es que en este caso la escucha es totalmente individual, mientras que en la Sonic Bed caben varias personas. Aunque solamente probé la capsula una vez (durante 4 minutos, lo que dura la escena sonora del paseo en bici), me sentí realmente inmerso en ella y por un momento sentí mi respiración sincronizarse con esa que estaba escuchando en la grabación; esta experiencia sonora me recordó también al trabajo 5000mNewWR publicado por AS11 en el sello griego Antifrost en 2001.
http://www.mediateletipos.net/
by Satoshi Morita
Prix Ars Electronica 2008, Honorary Mention Digital Musics
Sound Capsule es una capsula que trata de crear una experiencia basada en la escucha multisensorial, integrando la percepción audible con la visual y la táctil. Para ello, integra un par de altavoces y una serie de transductores que transmiten vibraciones a todo el cuerpo mediante una cápsula en la que el oyente se introduce. Tuvimos la ocasión de probarla en Ars Electronica y el resultado fue francamente satisfactorio, nos sentimos completamente inmersos en una experiencia de escucha muy distinta a las habituales y que realmente nos llegó a través de todo el cuerpo. El contenido sonoro fue algo sorprendente, pues en lugar de estar basado en sonidos abstractos, como podría esperarse de un trabajo con esta estética minimalista, está basado en grabaciones de campo de acciones diversas. Nosotros escuchamos-sentimos una pieza en la que alguien va pedaleando en bicicleta, y percibimos los sonidos de la propia bici, del tráfico alrededor, y de la respiración y los latidos del ciclista. También nos comentaron que otra de las piezas creadas para el proyecto está basada en una escena sonora en una cocina, en la cual unas verduras son cortadas.
Este trabajo es parecido a Sonic Bed, otro proyecto similar desarrollado por Kaffe Matthews, que por cierto también se llevó una distinción en la categoría Digital Musics en el 2006. Pude experimentar este otro proyecto recientemente en una exposición en Amsterdam en Julio, y aunque sus aproximaciones al ’sonido tactil’ son algo distintas, la Sound Capsule me gustó casi más en esta primera escucha al resultar en una experiencia diría que más inmersiva e íntima, mientras que en la Sonic Bed las vibraciones recibidas en el cuerpo eran mucho más pronunciadas. Un factor que las diferencia es que en este caso la escucha es totalmente individual, mientras que en la Sonic Bed caben varias personas. Aunque solamente probé la capsula una vez (durante 4 minutos, lo que dura la escena sonora del paseo en bici), me sentí realmente inmerso en ella y por un momento sentí mi respiración sincronizarse con esa que estaba escuchando en la grabación; esta experiencia sonora me recordó también al trabajo 5000mNewWR publicado por AS11 en el sello griego Antifrost en 2001.
http://www.mediateletipos.net/
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